¿Qué es la filosofía?
Etimológicamente filosofía significa “amor a la sabiduría” o consagración a la verdad (de philo, amor, querencia, interés; y sophia, sabiduría, saber). La filosofía es ese impulso inherente en todo ser humano, que nos orienta hacia el conocimiento y la comprensión, y que está también relacionado con la búsqueda de sentido.
La filosofía no se circunscribe a un área específica del saber. Está más relacionada con la profundidad de nuestro preguntar que con el tema particular que consideremos: cualquier asunto, o área de conocimiento, se convierte en filosófico si tratamos de ir más allá de la superficie. Sin embargo, tradicionalmente hay preguntas que se encuadran dentro del ámbito de lo filosófico. Algunas de ellas son: ¿Quién soy yo? ¿Cuál es el origen del sufrimiento? ¿Dónde está el bien? ¿Qué es lo correcto? ¿Qué puedo saber? ¿Qué es la libertad? ¿Soy libre? ¿Qué es real? ¿Qué sentido tiene mi vida?
Es importante, por tanto, resaltar que la filosofía parte ante todo una actitud: esa curiosidad innata que los seres humanos poseemos, ese deseo de saber, que nos lleva a preguntarnos por las cosas. Cuando ese deseo por saber la verdad y por comprender no se conforma con las respuestas convencionales o superficiales, entramos en el ámbito de la filosofía. Como consecuencia, para embarcarse en un proceso de asesoramiento filosófico no hacen falta conocimientos previos acerca de historia de la filosofía, de doctrinas o de autores filosóficos, o tener determinada formación académica. Lo único necesario es la curiosidad, y el deseo de querer saber y traer luz sobre uno mismo y su propia vida, con humildad, honestidad, amor y paciencia.